domingo, 24 de julio de 2011

Declaración de principios (2).



Leo la entrada anterior, y echo en falta algo que no me puedo permitir pasar por alto.
Al fin y al cabo, si esto es una declaración de intenciones, hay dos cosas que pretendo llevar a rajatabla en esta aventura, y que creo que es preciso mencionar.
Doy por hecho que no va a ser fácil, y que en muchas ocasiones no lo conseguiré, pero insisto en que serán dos máximas que me esforzaré por mantener y respetar.

La primera de ellas es la de tratar de hacer buen uso del lenguaje. Y con esto no me refiero a no decir tacos ni barbaridades (que las diré porque al fin y al cabo también están en el diccionario) sino a intentar expresarme con claridad (cosa difícil, y más por escrito), a no tener muchas faltas de ortografía, a esforzarme en definitiva para que lo que aquí vayas leyendo, no le haga daño a la vista ni al oído.

Y la segunda y no por ello menos importante, es la de tratar de no mentir. Nunca. Es posible que a veces, no diga toda la verdad, o que me muerda la lengua para callarme según que cosas, pero te aseguro, que voy a poner el máximo empeño, y voy a hacer de ello una cuestión de orgullo personal, en conseguir que NUNCA NADIE pueda decirme que algo de lo que yo haya podido expresar aquí es mentira.
Por supuesto que habrá veces en que las opiniones sean contradictorias, que puede haber debate, que habrá veces en que no estaréis de acuerdo conmigo. Lo acepto y lo aplaudo, porque eso será señal de que estamos vivos. Pero desde luego, espero que nunca podáis decirme que miento.

Y con eso no quiero decir ni mucho menos que yo esté en posesión de la verdad absoluta. Para nada. Además eso seria imposible, porque, y que nadie se moleste........

¿Tu verdad? No. La VERDAD.
Y ven conmigo a buscarla. La tuya, guardatela.
                                         (Antonio Machado)

No hay comentarios:

Publicar un comentario